Auxiliadora Coronada

Presentado el cartel del 125 aniversario de María Auxiliadora de la Trinidad

El pasado domingo 24 de noviembre al término de la Eucarística de 20h. en la Basílica de María Auxiliadora de la Casa Salesiana de la Santísima Trinidad, el artista José María Méndez Jarén presentó el cartel Conmemorativo del 125º Aniversario de la Llegada de María Auxiliadora a Sevilla que acompañará durante todo el año 2020 los actos previstos.

SIMBOLOGÍA DEL CARTEL

La obra, un acrílico sobre tabla de 108 por 61 centímetros, proporción de una pantalla de móvil, representa la apoteosis de María Auxiliadora a su llegada a la Casa Salesiana de la Trinidad, una apoteosis que es reflejo de la devoción y cariño con la que la ven sus hijos, algo que llevan en sus corazones, que arden ante su presencia y ante la invocación de su nombre. El esquema compositivo se repite en alguna obra anterior, pero era inevitable recurrir a él: Su silueta completa es un icono que tenía que aparecer y, además, rodeado de una masa de fieles, rendidos a sus plantas, que busca su Auxilio y Consuelo como Mediadora ante Cristo de todas las Gracias.

La idea parte de cómo llega la imagen a Sevilla, primero en forma de cuadro y luego la escultura en tren, cuya presencia era anhelada. Fue el Amanecer de su devoción de ahí que aparezca en el cartel como el sol que explosiona por la mañana y envuelve todo de esos colores tan característicos de nuestros cielos, que también son los suyos.

Momento de la presentación

Tanto caló la devoción que, a su llegada, las diversas pandillas del arrabal hicieron una pira con las armas de pelea para ofrecérselas a Ella como signo de amor y conversión. Esos cuchillos y hondas del XIX aparecen en el cartel junto con los móviles, las armas del XXI y del acoso, a los pies de la Virgen. Y allí deberíamos poner los cristianos todo lo que pudiera alejarnos de Aquella a la que tanto queremos.

Entre los personajes que rodean a María Auxiliadora podemos ver al fondo a dos muchachos, dos de aquellos primeros devotos, que renunciaron a la violencia y que ya la acompañan en el Cielo, portan su bandera e indican a los jóvenes de hoy el camino a seguir.

La figura coprotagonista de la escena es el joven de espaldas que, con la mano en el corazón, le hace llegar sus ruegos. La Virgen, sin cetro, cercana, tiende su mano hacia nosotros como Madre nuestra que es, sin ropajes suntuosos, coronada como Reina y Señora, por supuesto, pero donde las piedras preciosas de sus joyas son estrellas, las almas de los devotos que están junto a Ella. Yo tengo mis estrellas localizadas, ¿y las tuyas? En la presentación, la madre de un amigo del colegio vió a su hijo: Antonio Miguel Romero está en el broche de su manto.

Una muchacha lleva un escalímetro, símbolo del trabajo; otro una mochila, del estudio; el pequeño la camiseta deportiva y el que está en primer término nos muestra su cartera, donde la estampa de Mª Auxiliadora es identificación y orgullo de sus devotos.

El colegio y la Archicofradía, los jóvenes y los mayores, los laicos y los salesianos, los de arriba y los que aún permanecemos aquí, todos la aclaman, todos le rogamos, todos queremos estar con Ella.

Podría haber sido una obra más simple, de menos elementos, con otro lenguaje: el detalle de las manos que se unen a través del sobre, las armas a sus pies… Pero este es el resultado, con el deseo de que nos evoque su presencia o el cántico de su Himno.

Los nombres de los siete jóvenes del Colegio Salesiano que aparecen en la derecha son Luis Santiago Expósito (Educación primaria), Miguel Ángel Grau Ruiz, Sofia Pozo, Aurora Díaz (Educación Secundaria), Akash Flores (Formación Profesional Básica), Andrés Felipe Guzmán (Grado Medio) y Juan Carlos Moya (Grado Superior), los restantes son Marta Martín y Pepe Florián (la madre con el niño), Lucas Oliveros (el que tiende la mano), D. Luis Cornello (salesiano y Rector de la Basílica), Esperanza Rodríguez y Carla Rodríguez (en primer término).

La obra obtuvo una gran admiración por parte de todos los asistentes a la Eucaristía que como cada 24 asisten a honrar a su Virgen Auxiliadora. El público se agolpó a los pies del presbiterio para contemplar la magnífica obra que Jarén ha sabido plasmar en todo su esplendor.

Consejo de la Archicofradía junto a la pintura de Jarén