Auxiliadora Coronada

Nuestro patrimonio

Patrimonio pictórico

CORONACIÓN CANÓNICA

Talleres Salesianos Stma. Trinidad 1954; Archicofradía María Auxiliadora

CENTENARIO CASA DE LA TRINIDAD

RIZO HARO, Luis; 1993 Archicofradía María Auxiliadora

CINCUENTENARIO CORONACIÓN CANÓNICA

RIZO HARO, Luis; 2004 Archicofradía María Auxiliadora

I ASAMBLEA MARÍA AUXILIADORA

DÍAZ, José Félix; 2008 Archicofradía María Auxiliadora

EXPOSICIÓN MARÍA AUXILIADORA EN EL CÍRCULO MERCANTIL

BARRERA BELLIDO, Nuria; 2014 Archicofradía María Auxiliadora

XI ASAMBLEA MARÍA AUXILIADORA

VARGAS VERDEJO, Diego; 2018 Archicofradía María Auxiliadora

125 ANIVERSARIO LLEGADA MARÍA AUXILIADORA A SEVILLA

MÉNDEZ JARÉN, José Mª.; 2020 Archicofradía María Auxiliadora

125 ANIVERSARIO FUNDACIONAL ARCHICOFRADÍA

AGUADO HERNÁNDEZ, Fernando J.; 2021 Archicofradía María Auxiliadora

MARÍA AUXILIADORA MAYO 2022

LÓPEZ RODRÍGUEZ, Mª Victoria; 2022 Archicofradía María Auxiliadora

MARÍA AUXILIADORA MAYO 2023

JIMÉNEZ PÉREZ-CEREZAL, José Mª.; 2023 Archicofradía María Auxiliadora

GLORIAS DE SEVILLA

GONZÁLEZ JARAQUEMADA, Pilar; 2007 Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla

GLORIAS DE SEVILLA

(FERNAND) FERNÁNDEZ, Antonio; 1997 Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla

MARÍA AUXILIADORA

Autor desconocido; Década 1950 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA

Autor desconocido Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA

VARGAS VERDEJO, Diego; 2020 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA

MÉNDEZ JARÉN, José Mª.; 2020 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA

VARGAS VERDEJO, Diego; 2021 Colección Particular

PAPELETA SOLIDARIA

VARGAS VERDEJO, Diego; 2021 Archicofradía María Auxiliadora

PORTADA PREGÓN DE LAS GLORIAS

BARRERA BELLIDO, Nuria; 2013 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA

DEL VALLE, ; 2013 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA EN EL PASO

VARGAS VERDEJO, Diego; 2017 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA

GIL LOZANO, Ricardo; 2023 Colección Particular

MARÍA AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS

VARGAS VERDEJO, Diego; 2018 Colección Particular

CABELLERA DE MARÍA AUXILIADORA

VARGAS VERDEJO, Diego; 2018 Colección Particular

Patrimonio literario

Sevillanas

 

1.- Campanitas de la torre,

de mi vieja Trinidad,

mi pensamiento recorre,

tiempos de felicidad.

Cuando a sus plantas llegaba,

con mis problemas de niño,

mi corazón se alegraba,

al recibir su cariño.

Que siempre recordaré

la Misa de las mañanas,

que ya nunca olvidaré,

los ecos de tus campanas.

2.- Colores de tu vestido,

son el rosa y el celeste,

dulce recuerdo querido,

yo quiero volver a verte.

Volver a ver tu sonrisa,

y tu porte inmaculado,

y contemplarte sin prisa,

y sentirme embelesado.

Ver la gracia de tu pelo,

la sonrisa de tu niño,

que con aire de consuelo,

prodigaba con cariño.

3.- De celestiales jardines,

es caricia perfumada,

con aroma de jazmines,

la gracia de tu mirada.

Cuando las flores nacieron,

de mil benditos colores,

Serafines las pusieron

en tu carita de amores.

Y tus manos generosas,

que reparten bendiciones,

se parecen a las rosas

perfumando corazones.

4.- Madre de generaciones,

de Don Bosco protectora,

tus alumnos son legiones,

te llaman AUXILIADORA.

Que la semilla plantada

en nuestras almas de niño

hoy es la mies cosechada

por su trabajo y cariño.

Y postrados de rodillas,

suplicando tus favores,

te proclaman en Sevilla

la Virgen de sus amores.

1.- Porque tus alumnos viejos

al mundo testimoniaron

que su trabajo fue lejos

y la meta conquistaron.

 

Son ejemplos de constancia,

aurora prometedora,

impregnados de fragancia

de la flor Auxiliadora.

 

Están sirviendo al SEÑOR

con trabajo y alegría,

demostrando así el amor

que profesan a María.

 

 

2.- Te traemos flores blancas

del jardín de los amores,

rendidos a tus plantas

suplicamos tus favores.

 

Cantamos por sevillanas

venerando tu memoria,

¡Eres aurora temprana!

¡Flor del jardín de la Gloria!

 

Tú recibes en la cruz

amor de consoladora,

Tú eres auxilio de luz

Esperanza redentora

 

 

3.- Corona de maravilla

para Ti, ¡Reina del Cielo!

gozosa te dio Sevilla

por acariciar tu pelo.

 

Son piedra de tu corona,

lágrimas y bendiciones,

favores de tu persona,

¡sevillanas oraciones!

 

Son amapolas sencillas

de color de corazones,

son salesianas semillas,

¡sevillanas emociones!

 

 

4.-Te canto con ilusión

mi plegaria de ternura

y es tema de mi canción

mi cariño de locura.

 

Eres ¡Bendito Sagrario!

de mi Dios la madrecita,

¡Fortaleza de Calvario!

¡Auxiliadora Bonita!

 

Que con entrega sincera

en súplica de favores,

llegue mi hora ostrera

con el alma de colores.

 

1.- Reina y Señora,

Reina y Señora,

Reina y Señora.

¡Ole! ¡Salero!,

Trinidad, salesiana,

qué bonita es tu Virgen,

que yo venero.

 

Que yo venero,

i Ole!, viva su gracia,

i Ole! ¡Salero!

i Ole!, viva su gracia,

que yo venero.

 

¡Reina y Señora!

Los cristianos te aclaman,

¡Reina y Señora!

Los cristianos te aclaman

¡Su Auxiliadora!

 

 

 

2.- Su Redentora

Su Redentora

Su Redentora

Celeste y rosa

Tu vestido y tu mando

Celeste y rosa,

Son colores de encanto.

 

Celeste y rosa

Y tu carita

Llena de resplandores

Y tu carita

Morenita de amores,

Rosa Bendita.

 

¡Su Redentora!

Hoy tus hijos te cantan

¡Su redentora!

Hoy tus hijos de cantan

¡Su Auxiliadora!

 

 

3.- Su protectora

Su protectora

Su protectora

Rosa de mayo

Eres flor de las flores

Rosa de mayo,

Eres virgen de amores

 

Rosa de mayo.

A tu grandeza

Pido yo los favores

De tu belleza

Quiero yo los fulgores

 

¡Flor de pureza!

¡Su protectora!

Tus hijos te proclaman

¡Su protectora!

Tus hijos te proclaman

¡Su Auxiliadora!

 

 

4.- Su salvadora,

Su salvadora,

Su salvadora,

Luz de mi vida

Resplandor de colores.

Luz de mi vida,

Filigrana de amores,

 

Luz de mi vida.

Cara morena

De color de trigales,

Cara morena

Consuelo de mis males

 

¡Flor nazarena!

¡Su salvadora!

Todos juntos te llaman

¡Su salvadora!

Todos juntos te llaman

¡Su Auxiliadora!

1.- Son mis cantos y oraciones

Como ecos de campanas,

Son, fuego de corazones,

Con ritmo de sevillanas.

 

Al cantarte, Madre mía,

Don Bosco goza en el cielo,

Le alegra nuestra porfía,

Que es el fruto de su anhelo.

 

El condujo nuestras vidas,

Por los caminos certeros

Sus ordenanzas queridas

Nos hizo hombres sinceros

 

 

2.- Es María Auxiliadora,

dulce faro de la mar,

mi socorro y protectora,

mi veneración sin parar.

 

Porque mis pasos de niño

Ella guio con ternura,

Porque es fuente de cario

Me cautivó su hermosura.

 

Con lágrimas de emoción

Agradezco sus primicias,

con fuego en el corazón

yo suplico sus caricias.

 

 

3.- Auxilio de los cristianos

Refugio de nuestras penas,

¡Gloria de los salesianos!

¡Luz de belleza serena!

 

Consuela los corazones

De tus hijos pecadores,

Sigue otorgando perdones

Con tu derroche de amores.

 

Tú eres fuente de ternura,

Que venero y reconozco,

¡Yo te quiero con locura!

¡Virgencita de Don Bosco!

 

 

4.- En las tinieblas del mar,

Que surcamos por la vida,

Serás mi Estrella sin par,

Auxiliadora querida.

 

Voy contigo navegando

en divina singladura

y mi alma va llegando

a tu puerto de ventura.

 

En la proa de mi nave

Tu nombre será bandera,

Tu amor, la brisa suave

En mi derrota postrera.

1.-Rosa tempranera

Del mes de mayo

Del mes de mayo

Rosa tempranera

Del mes de mayo

Rosa tempranera

Del mes de mayo

 

Del mes de mayo

Azucena sin mancha

De firme tallo

Azucena sin mancha

De firme tallo

 

2.-Sagrario de la vida

Fiel mediadora

Fiel mediadora

Sagrario de la vida

Fiel mediadora

Sagrario de la vida

Fiel mediadora

 

Fiel mediadora

Y del hombre perdido

La Auxiliadora

Y del hombre perdido

La Auxiliadora

 

3.-Entre pétalos blancos

Se oculta el cielo

Se oculta el cielo

Entre pétalos blancos

Se oculta el cielo

Entre pétalos blancos

Se oculta el cielo

 

Se oculta el cielo

Y aroma que perfuma

Tu negro pelo

Aroma que perfuma

Tu negro pelo

 

4.-Que larga ha sido la espera

Madre que duro este quebranto

Duro mi quebranto

Que larga ha sido la espera

Duro el quebranto

Que larga ha sido la espera

Duro el quebranto

 

Duro el quebranto

Que hace dos primaveras

Que no te canto

Que hace dos primaveras

Que no te canto

 

Estribillo:

Y escalofrío

Siente mi cuerpo al verte

No me sueltes de tu mano

María auxiliadora de los cristianos

1.- Ya se giró la veleta

Que a tu espadaña señala

Que a tu espadaña señala

Ya se giró la veleta

Que a tu espadaña señala

Ya se giró la veleta

Que a tu espadaña señala

 

Que a tu espadaña señala

Llegó mayo y las banderas

Con los colores que aclaman

La devoción de Sevilla

En tu frente coronada

 

2.- Guapa te ven mis ojos

Princesita salesiana

Princesita salesiana

¡Qué Guapa te ven mis ojos!

Princesita salesiana

¡Qué Guapa te ven mis ojos!

Princesita salesiana

 

Princesita salesiana

Resplandor de resplandores

Estrella de la mañana

La que cura las heridas

Del que se rinde a tus plantas

 

 

3.- No existe pena en el mundo

Que no alivie tu mirada

Que no alivie tu mirada

No existe pena en el mundo

Que no alivie tu mirada

No existe pena en el mundo

Que no alivie tu mirada

 

Que no alivie tu mirada

Por grande que sea el quebranto

Tu corazón se desgana

Repartiendo tus auxilios

Por los rincones del alma

 

4.- Los cohetes van al cielo

Y del cielo te caen las flores

Y del cielo caen las flores

Los cohetes van al cielo

Y del cielo te caen las flores

Los cohetes van al cielo

Y del cielo te caen las flores

 

Y del cielo te caen las flores

Tu calle sol se engalana

Para brindar sus amores

Y yo te brindo mi canto

Entre vivas y clamores

 

Estribillo:

Y a ti, a ti yo te quiero a ti

Porque como tu ninguna

Bendita sea la hora

En la que acudí a tu nombre

Y fuiste mi Auxiliadora,

y fuiste mi Auxiliadora

1.- Levántame la mirada

Ahora te tengo de frente

Ahora te tengo de frente

Levántame la mirada

Ahora te tengo de frente

Levántame la mirada

Ahora te tengo de frente

 

Ahora te tengo de frente

En esta tu bajadita

Donde somos poca gente

Ahora yo canto bajito

Pa’ todo aquel que te quiere

 

Estribillo:

Levántame la mirada Auxiliadora

Mírame, mírame, mírame

Por la gracia de Dios

Mírame Reina del cielo

Mírame Reina del cielo

Que por ti me muero yo

1.- Se despertó el mes de mayo

Y por mayo mi alegría

Y por mayo mi alegría

Se despertó el mes de mayo

Y por mayo mi alegría

Se despertó el mes de mayo

Y por mayo mi alegría

 

Y por mayo mi alegría

Que veo cumplir este sueño

Auxilio del alma mía

Bajo mil lluvias de flores

Verte pasear por Sevilla

 

 

2.- Que se nos de tu mirada

Hasta el nombre de esta calle

Hasta el nombre de esta calle

Que se nos de tu mirada

Hasta el nombre de esta calle

Que se nos de tu mirada

Hasta el nombre de esta calle

 

Hasta el nombre de esta calle

Y es que no hay sones señora

Que a ti puedan igualarte

Ni luz de luna, ni estrella

Ni brillo, los cuatro mares

 

3.- Tu elegancia me enamora

Tu hijo nos vuelve loco

Tu hijo nos vuelve loco

Tu elegancia me enamora

Tu hijo nos vuelve loco

Tu elegancia me enamora

Tu hijo nos vuelve loco

 

Tu hijo nos vuelve loco

Te llevo como bandera

Y como dijo Don Bosco

A María Auxiliadora

To’ los piropos son pocos

 

 

4.- Desde niño me has tenido

Rendido siempre a tus plantas

Rendido siempre a tus plantas

Desde niño me has tenido

Rendido siempre a tus plantas

Desde niño me has tenido

Rendido siempre a tus plantas

 

Rendido siempre a tus plantas

Y ahora me tienes de frente

Con un nudo en la garganta

Cantando lo que te quiero

Al compás de sevillanas

 

Estribillos:

a.Ole como tu cara ninguna

Del mundo la más bonita

Contigo ya no hay quien pueda

Auxiliadora bendita

 

b.Ole como tu cara ninguna

La mejor del mundo entero

Viva María Auxiliadora

La Virgen que yo más quiero

1.-Revuelo en los Salesianos

Hay a finales de mayo

Baja María Auxiliadora

A pasear por su Barrio.

 

2.-Cuando está en la calle Sol

Pétalos le caen del cielo

Paseando va mi Virgen

Por alfombra de romero.

 

3.-A las Monjas de Sor Ángela

La Virgen va a visitar

Y Sor Ángela en el cielo

Le dice ¡que guapa va!

 

4.-Al llegar a su Santuario

Los Salesianos La esperan

Es la Virgen más Hermosa

Que por Sevilla pasea.

 

Estribillos:

a.- Don Bosco a las golondrinas

 Les dice no arméis ruido

Que esta perfumando el aire

La Rosa del Barrio mío.

 

b.- Don Bosco a los Angelillos

Les dice no arméis ruido

Que el Niño Jesús en sus brazos

Cansado se ha quedado dormido.

Poesías

A María Auxiliadora en su glorioso descendimiento, la tarde del 30 de mayo 1941. Sevilla.

 

Olía la tarde dorada de mayo

a espigas, a heno, a rosas y a acacias…

Y en el aire había un vaho de pureza,

tan suave y lleno de divina gracia,

que me sentí niño, vestido de blanco

cuando emocionado me postré a tus plantas.

¡María Auxiliadora!

¡Qué cosas te dije sin decir palabra!

Cuando el sacerdote con sus manos blancas,

en mi pecho puso tu sagrada imagen,

me sentí tan puro, tan lleno de gracia,

que me atreví osado, lleno de inocencia

a mirar tu cara

¡María Auxiliadora!

¡Qué cosas te dije sin decir palabra!

Recordé el momento,

cuando pan divino, en mesa sagrada,

tomé una mañana de mayo florido,

que también olía a rosas y acacias;

y lloré contrito,

por no ser tan niño, por no ser tan bueno

como allá en mi infancia.

¡María Auxiliadora!

¡Qué pena, sin llanto, lloraba mi alma!

Después descendiste con tu Hijo en los brazos,

rodeada de estrellas entre nubes blancas;

sentí tu presencia, tan cerca, tan cerca,

tan dentro del alma,

que, de gloria y gozo, mis ojos lloraban

¡María Auxiliadora!

¡Qué llanto, sin pena, ¡lloraba mi alma!

Auxiliadora de Sevilla. Sevilla.

 

Y a Ti, Virgen Auxiliadora,

no hubo mano humana que te coronase,

ni artista que te tallase tu sonrisa,

ni escultor que tu mirada bajase.

Porque a Ti te coronó Sevilla,

Y Tú tallaste tu sonrisa,

Y tu mirada bajaste,

Para ser consuelo de esa enorme legión

de cristianos y salesianos,

que cuando a tus plantas se acercan,

tu sonrisa de Madre Inmaculada

y tu mirada serena y tranquila les dice:

venid a mí y no temáis,

venid que yo seré vuestro consuelo,

venid que yo seré vuestra alegría,

porque mi hijo quiso que yo fuese

Auxilio del que llora

Auxilio del sevillano

Auxilio del que sufre

Auxiliadora de los Cristianos.

A María Auxiliadora. Revista Flores. Sevilla.

 

Madre de amor; tu nombre dulce y santo

llena el alma de júbilo y consuelo,

es refugio en las penas y en el duelo,

alivia los dolores y el quebranto.

Mi patria está anegada en triste llanto

y agoniza en un mar de desconsuelo;

mírala bondadosa desde el cielo,

sálvala entre los pliegues de tu manto.

Da término feliz a mi esperanza,

colmándola de dicha y bienandanza,

de poder, de riquezas y alegría…

En el borde se encuentra de la tumba;

impide con tu auxilio que sucumba;

¡No permitas que muera, Madre mía!

A Don Rúa. Revista Flores. Sevilla.

 

[…]Si aquí de la Santa Madre

de Dios todo preconiza

la Pureza Inmaculada,

¡qué mucho que mi Sevilla

los favores de la Virgen

y las mercedes reciban!

Auxilio de los Cristianos,

Auxiliadora María,

Tú de Sevilla y de España

numen fuiste y fuiste egida.

Por Ti de impúdica Venus

triunfaron Justa y Rufina

oyeron tu dulce nombre

las altas peñas sombrías

de Covadonga: en las Navas

derrotaste a la morisca:

el triunfo diste al Rey Santo

en tierras de Andalucía;

y en la prora de una nave

de ligera y frágil quilla,

que de mares tenebrosos

las negras olas hendían,

estrella del navegante,

tu imagen santa y bendita

como sol que rompe nubes

y nieblas resplandecía […]

A María Auxiliadora Reina y Madre de España. Sevilla.

 

…ante su altar

¡Miradla!…, la aurora no es más bella.

No es más clara la luz que su sonrisa,

no hay más aroma en la celeste brisa

ni más pureza en la divina estrella.

Rosal de Jericó no iguala a Ella;

a sus plantas la luna está sumisa.

La Gloria el Ángel de su amor la irisa

y su Gracia, de Dios tiene la huella.

Entre nubes y bellos arreboles

¡Miradla!… iOh, mirad con que ternura

a Jesús nos tiende. Aquellos soles.

Que el cielo de sus ojos han prendido

del mundo borraran la noche oscura.

¡Su Amor, a nuestra España ha redimido…!

La razón de un título . Sevilla.

 

Princesa de la gloria, soberana

de un reino sin dolor, pena ni llanto.

Eres del orbe celestial encanto.

Eres la luz que alegra la mañana.

Veneno celestial, que el bien dimana,

llenando el corazón de gozo santo.

de nuevo como en aguas de Lepanto,

inundan tus corrientes la orda insana.

Eres bondad y poder. Amor y vida.

Consuelo al pecador que gime, y llora

del mundo engañador la paz perdida.

Todo lo más excelso que atesora

tu alma, ab aeterno preelegida,

se cifra en la palabra ¡Auxiliadora!

 

Pregón de las Glorias de Sevilla . Sevilla.

 

Todo lo puede Tu Amor

hacia los que te pidieron,

aquellos que veneraron

aquellos que bien sintieron

la Grandeza de Tu Auxilio

que colma nuestros anhelos.

Virgen Santísima y Pura

vas metida en nuestros pechos

porque Tú nunca nos dejas

porque sales al encuentro

de todos los que te ruegan

y siempre nos das un Beso

en lo hondo del espíritu

para servirnos de aliento.

Madre Amable de mi vida

Tu Confianza yo espero

porque eres Madre en la Tierra

aunque Tú estés en los Cielos.

Todo le parece poco

siempre a nuestro sentimiento

para cada día honrarte,

para ofrecerte su esfuerzo,

para entregarte con Fe

humildad y sufrimiento,

para orar de corazón

por todos los que se fueron,

para decirte María

que Tu Amor no merecemos,

que tienes tanta Bondad

que todo parece un sueño

cuando se entra al Santuario

y se te mira en silencio,

Joya de la Trinidad

Luz del mediodía pleno,

Esplendor del Paraíso,

Flor que no marchita el tiempo.

En la hora de la angustia

sostiene nuestros cimientos,

que no nos falte la Fe,

que en Ti, María, pensemos

Fúlgida Estrella en la noche

brillando más que un lucero

paseando Tu Belleza escoltada

por incienso en Tu Procesión Gloriosa

entre millares de ruegos

-Virgen Gloriosa y Bendita-

rodeada por el pueblo.

No nos olvides, Señora

que Tu Auxilio queremos

para ganar bien la Gloria

trabajando por el Reino

que Tu Hijo nos enseña

desde Sus Brazos abiertos

porque en la Tierra te amamos

con todos nuestros adentros

repitiendo sin cesar

que Sin Pecado te hicieron,

que no pudo Concebirse

mejor mujer al momento

para llevar con dulzura

en Sus Entrañas al Verbo.

Viva María Auxiliadora

decirlo a coro queremos

y el talante salesiano

a nuestra vida imponerlo.

Mas cuando todo se acabe,

-cuando terminen los tiempos-

fija Tus Ojos, Señora

en los que bien te quisieron

Oh, María Auxiliadora

Fuente Eterna de Consuelo

y al fin de nuestra existencia

danos Tu Amor Verdadero

y Rendidos a Tus Plantas

llévanos contigo al Cielo

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

Salesiana de humildad,

no encuentro mejor Señora

que esta María Auxiliadora

que vive en la Trinidad.

Dame tu serenidad

de dulce rosa de té.

Sigue aumentando la fe

de mi pecho enamorado,

que tengo el labio gastado

de tanto besarte el pie.

 

“Dime, dulce mensajero

Que me rindes tu visita,

¿Como se llama el lugar

Que vislumbran mis pupilas?

Dime si es una ciudad

es un desierto sin vida

 

Escuché siempre a los hombres

Que si miras desde arriba

Verías en las ciudades

Enhiestas Torres altivas,

Catedral de cien agujas

Y plazas que maravillan

A todos los forasteros

Que gozan, sienten, y admiran“.

 

El ángel, por la vidriera

Dejó derramar la vista

Y vio columnas de humo

Escuchó gritos de ira,

Sirenas amenazantes

Y la sangre que corría.

 

Pero Ella, a pesar de todo

Conservaba una sonrisa,

Esperanza en unos labios

Que auxiliaban y atendían

Al mar de seres humanos

Que con sal de sus mejillas

Preguntaban mil porqués

Al Dios que vive en la brisa

 

El ángel cambió la letra

De su dulce avemaría

Y pudo mirar con gozo

Que al sentir la melodía

Diez seises de tez morena

A compás de seguidillas

Bailaban danzas de gloria

Ante el rostro de María

Y que una torre invisible

Con oscura sombra altiva,

Puso en las casas del barrio

Ángelus de mediodía

 

Aquellos niños cantaron

Con diez voces cristalinas

Sobre arcos, puentes y un río

Tan grande que sus orillas

Solo pueden desde lejos

Sentir que viven vecinas.

 

El ángel fue comprendiendo

Y la Virgen sonreía.

Extendió sus alas blancas,

La misión ya era cumplida.

Una última plegaria,

Un postrer avemaría

Y prosiguió su camino

Hacia la gloria infinita.

 

El eco se fue perdiendo

Pero vio en su despedida

Que los diez seises morenos

Cantaban sus maravillas

Y una giralda invisible

Haciendo flor de la rima

Le dijo a la Auxiliadora:

“Madre, estamos en Sevilla”.

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

Celestial Auxiliadora,

Salesiana de los cielos,

Madre de nuestros anhelos,

y amorosa intercesora

que velas siempre en la hora

de la inquietud y el dolor.

Tú eres la más bella flor

que brotó en la Trinidad,

azucena de humildad

y auxilio del pecador.

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

¿Cómo en pregón sevillano

olvidar tu hermoso nombre?

Puede que a algunos asombre

que sin ser yo salesiano

quiera acabar de tu mano.

Pero tu nombre enamora.

Eres mi Luz y mi Aurora,

pues en este mundo preso,

alivia sólo su peso

tu mirada, Auxiliadora.

 

Escúchame, Madre mía,

si nada ya me quedara,

si le perdiera la cara

al sueño y a la alegría,

tu nombre sí quedaría

en mi noche y en mi Aurora.

Y si aciago y solo llora

el mundo su desamparo,

será siempre como un faro

tu mirada, Auxiliadora

 

Si extraviara todo sueño

y quedara abandonado,

si el mundo, triste y cansado,

se me quedara pequeño,

si de mí no fuese dueño

cuando llegara mi hora,

sería tu nombre la Aurora

de mi crepúsculo herido,

pues nunca alcanzó mi olvido

tu mirada, Auxiliadora.

 

Si todo, vuelto al revés,

se descuadrara en mi vida,

si por culpa de una herida

viniera a menos mi fe,

sólo te pido que estés

como siempre y hasta ahora:

siempre Tú, Madre y Aurora,

mi angustia, junto a tu abrazo,

mi dolor, en tu regazo,

Madre eterna, Auxiliadora.

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

Agoniza otro mayo entre sus manos

cuando decae la tarde en su presencia,

ofreciéndole el sol su reverencia

con la luz de sus besos cotidianos.

 

Esta gloria de gozos salesianos

es reverbero fiel de la excelencia

de esta Mujer que habita en la conciencia

de aquellos que se unen como hermanos.

 

Es siempre en nuestro mar fúlgida estrella

que infunde la Esperanza

que sembró la Santa Trinidad en su mirada.

 

Y nunca habrá una Madre así de bella,

pues por eso en Sevilla se la honró

cual Reina Auxiliadora coronada.

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

Tocan campanas de gloria

los querubes de la tierra.

Toda la gracia se encierra

al proclamar su victoria.

Nos convoca en moratoria

a compartir su bonanza,

siendo siempre tu alianza

y María Auxiliadora.

En su altar, es mediadora

y el que le reza, la alcanza.

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

[…]Quiere ponerte aquel manto

que a tantos niños cobija

como le dijo a Don Bosco

aquella Virgen sencilla.

Quiere verte entre banderas

al unísono movidas

recitando las canciones

que hacia Ti van dirigidas.

Quiere llevarte al Colegio

donde los pupitres liman

tantas mentes inocentes

con tu amor de disciplina.

Quiere llevarte al Altar

de la cera Pontificia

donde sus padres quisieron

salesiana su sonrisa.

Quiere que acerques tus ojos,

y la mires detenida,

escales aquella rampa

que en la bajada le rindan

honores de buena Madre

entre rosas exquisitas.

Quiere que toques las nubes

de su peana ceñida

ayudándote sus ángeles

en un impulso a subirla.

Quiere que enfrentes tu cara

y te sientas acogida

por los labios que rezaron

noche y día por quien dicta

estos folios peregrinos

de tu Nombre y de tu vida.

Y cuando hayas mirado

su perfil allí en la cima,

quiere que bajes con Ella

entre pétalos que tiran

esos niños salesianos

con sus manos decididas.

Quiere que subas al paso

y con Ella en la Basílica

des el golpe al llamador

pues la calle está vestida

esperando tantas almas

daros su Oración sentida.

Quiere presto el pregonero,

salgas con Ella deprisa,

que en la puerta está impaciente

nuestra Madre Margarita.

Quiere que pases el arco,

mires fiel aquella esquina

y los Antiguos Alumnos

rezarán en tu salida.

Sigue recta por la calle

avanzando en la avenida

para entrar en salesianos

donde colegiales rindan

amor universitario

por el futuro al que miran.

Quiere que avances despacio,

Tú junto a Ella fundidas,

para pedir la Salud

que al Nazareno motiva.

Quiere que sigan los rezos

con la música furtiva

escondiendo pentagramas

en la emoción contenida

del bullicio en Calle Sol

esperando tu venida.

Ya se intuye aquel frontal,

y el cristal de guardabrisa

de las tulipas doradas

que os escoltan peregrinas.

Ya se lanzan hacia el cielo

esas luces ofrecidas

al hermoso firmamento

que esa noche tanto brilla.

Quiere que Tú le acompañes

para ver las Hermanitas

que a Sor Ángela encomiendan

por el pobre tu visita.

Quiere que cruces de nuevo

aquel arco mientras rizan

los naranjos de la acera

en la oscura amanecida,

pues la luz está llegando

a llamar en la Basílica.

Mírate Virgen Patrona

junto a su cara bendita,

os están girando al pueblo

mientras la marcha recita

el final del recorrido

y de este Pregón su medida.

Entra con Ella Patrona,

poco a poco, no le insistas

al capataz que te manda

y haz esa espera infinita

pues le cantan entre vítores

¡Viva Nuestra Madre, viva!

No plantes los cuatro zancos

aún es pronto todavía,

y es que empieza la Ciudad

a ser ti, tu misma hija.

Y por eso el pregonero

quiere los zancos arriba,

y Tú con Ella, Patrona,

dando tu beso, María,

en su Madre Auxiliadora

a las Glorias de Sevilla.

Pregón de las Glorias de Sevilla. Sevilla.

 

¿Quién hizo al euro, denario?

¿Quién hizo a Sevilla, Roma?

¿Quién dio romanesco aroma

al antiguo santuario?

 

¿Quién con su rito diario

sembró la gloria de ahora?

¿Quién ofreció sin demora

la flor que germinaría?:

Cada niño que traía

flores a la Auxiliadora.

Mayo Salesiano. Sevilla.

 

Volvemos a mirarte de frente

Ensalzada sobre esa nube.

Dios Niño se hace presente

Para que nada nos turbe,

Con la expresión sonriente

De todo aquel que al verte

Siempre lo mismo se pregunte.

 

Siendo tu auxilio, la fuente

De aquellos que te llaman

¿Quién no halla en tu mirada

El amor más permanente?

 

Contigo, se desborda el alma

Cuando llega el mes de mayo.

Sevilla proclama con tu estampa

El centro del mundo salesiano.

La ciudad en fiesta se engalana

De color celeste inmaculado

Y de rosa se tiñe la mañana

Reflejada en el tono de las

Pureza de tus manos.

 

Celebrando un nuevo veinticuatro,

Buscando el puerto que atraca

Donde llegar feliz y salvo.

 

Todos volvemos a tu llamada.

Impacientamos con tu encuentro.

¿Cómo te rezaremos

Cuando sepas de nuestras faltas?

Vendremos a suplicar la esperanza

Aquella que siempre tenemos.

Y en tu rostro, encontraremos

La verdad de tu enseñanza.

A nuestro rumbo, pondrás calma.

Darás guía a nuestro vuelo,

Sabiendo que cuando lleguemos

El final, siempre será tu cara.

 

Todo en mayo, comienza

Todo ante Ti, se levanta.

Se alzarán a tu paso, banderas

Que tu nombre, proclaman

Siendo testigo y seña

De la humildad que entregas

Cuando acudimos a tu casa.

 

Y así, tu mes se impacienta

Mientras las horas avanzan.

El reloj marca todos los minutos

Sellados por la alabanza

de decorar de nuevo, calles y plazas

en torno a un único camino:

encontrar nuestro auxilio

en la Fe de tu palabra.

 

Y aquí volveremos como niños.

Igual que este que te habla.

Aquel que encontró el motivo

Para rendirnos, siempre, ante tus plantas.

Pregón Bajada de María Auxiliadora. Sevilla.

 

Óyeme bien, Señora,

Anticipo pascual, presentimiento

Del nuevo paraíso que añoramos,

De ese mundo que todos deseamos

Libre de esclavitud y sufrimiento…

María, Auxiliadora y esperanza nuestra,

 

Con tu aliento hacia un cielo nuevo caminamos,

Por una tierra nueva trabajamos

Que florezca la paz y entendimiento.

En tus ojos, lagos de esperanza,

Me adentro y me sumerjo ilusionado,

Y la bondad me empapa, y la ternura;

Limpio ya, veo a Dios en lontananza

Que se acerca, cuan novio enamorado,

Besando y abrazando a sus criaturas.

Te esperamos, sí. No te hagas de rogar, Madre,

Ven a dar consuelo a nuestras vidas, ven a contagiarnos tu amor. Ven a mitigar nuestras penas, ven a colmarnos de tu paz. Ven pronto, baja ya.

Pues eres luna en mis noches,

y sol en mi firmamento

y el refugio de mi bosque

y la cara de mis sueños.

Eres sol, estrella y luna

y refugio, barca y viento

porque no ha habido ninguna                                      

ni habrá en todos los tiempos                                                                                  

con una sonrisa tan limpia

con un mirar tan sereno

con un alma tan sencilla

y un corazón tan tierno.

Pregón Bajada de María Auxiliadora. Sevilla.

 

La Virgen subió a los cielos

-estrella de la mañana-,

y al bajar aquí se hizo

doblemente trinitaria:

pues el Cielo te corona,

Madre de Dios, Reina Santa,

y aquí el fervor de tus hijos,

ciñe ya tus sienes blancas:

Más de cien años mirándote;

sesenta y tres, Coronada.

 

La Virgen tuvo un antojo

de flores de porcelana

y las flores, con sus cálices

de pedrería y esmeralda,

precipitaron sus pétalos

en una ingente cascada.

Y cuando el cielo se puso

su ornato de oros y granas,

cruzó el alma de Sevilla

este pregón, sin palabras:

Más de cien años mirándote;

sesenta y tres, Coronada.

 

Don Bosco sueña en Turín

un lienzo que le arrebata,

y aquí en Sevilla esta Reina,

juvenil y estilizada,

pierde el perfil de matrona

y se nos hace muchacha.

Y es que el Santo de los jóvenes

deja una consigna clara:

juventud y Auxiliadora,

la Auxiliadora y las almas.

Más de cien años mirándote;

sesenta y tres, Coronada.

 

Hay en tus ojos reflejos

de mantillas y giraldas

que ponen mayo a tus pies…

rendido ante tus plantas.

Y en tu paso hay un enjambre

de rosas quietas de plata

que el Parque para sus fuentes

envidioso deseara.

Y cuando el cielo se puso

su ornato de oros y granas,

cruzó el alma de Sevilla

este pregón sin palabras:

Más de cien años mirándote;

sesenta y tres, Coronada.

 

Don Bosco nos dio a María

como prenda salesiana,

pero Ella vino a esta tierra

para hacerse sevillana.

¡Madre de Dios de los jóvenes!

¡Auxiliadora del alma!

¡Sagrario de soledades!

¡Remedio de nuestras faltas!

¡Refugio de Pecadores!

¡Purísima y Esperanza!

¡Auxilio de los Cristianos

que acoges bajo tus alas!

¡Luz de la Archicofradía

que te mima y que proclama:

Más de cien años mirándote;

sesenta y tres, Coronada.

 

Bastarán unos minutos,

para que nuestras miradas

puedan cruzarse esta tarde:

Madre, baja, baja, ¡baja!

Pregón Bajada de María Auxiliadora. Sevilla.

 

Es así como comienza

Nuestra historia reencontrada

Cuando al vernos frente a frente

Solo Tú, te iluminabas,

Intentando dar al tiempo

Más minutos de templanza

Pues quisimos darte un beso

Y un te quiero por palabra.

Es así como comienza 

Todo a oscuras y Tú, al alza,

En la cima de ese Cielo

Que Sevilla te prepara,

Entre niños despertando

Cada nube hecha de lana,

Para tallar con sus manos

Aquella hermosa peana.

Es así como comienza,

Sobre un Altar, todo en calma,

Entre las grandes columnas

Que el camarín te detalla

Bajo frescos en la cúpula

Que los Santos te pintaran,

Pues se asoman querubines

En esta noche temprana.

Los Altares de madera

Y los cuadros que te ensalzan

En penumbra se disponen

Atentos a tu mirada,

Circunscrita y peregrina,

Que se posa en esa rampa.

Es así como comienza

Nuestra historia dulce y larga,

Ya tenemos varios años

De presencia en tu Bajada.

Y no creas que los muros,

Que este Templo te levanta,

No reviven nuestro cuento

En las calles y las plazas,

Pues también todo comienza

Cada mayo en las ventanas,

Disponiendo los vecinos

Su mejor traje de gala,

Adornando los balcones

De celeste inmaculada

Para Tú poner el rosa

Cuando a tu paso tocaras

Sus promesas y designios

Con tu Cetro soberana.

Las banderas en el viento,

Los naranjos que te llaman

Y en zaguanes se colocan

Los Altares que te alaban.

El murmullo de la gente

Sólo te nombra muchacha

Y es que el centro de sus vidas

En tus labios se nos marca.

Todo es tuyo bella flor

Con los pájaros que cantan

Otra fiesta bienvenida

Devolviéndonos tu cara.

El reflejo de ese manto

Es el sol en la mañana,

Y los rizos de tu Niño

Son la luz de madrugada.

Las estrellas ya las portas

En tu cabello de ráfaga

Y guardando tu corona

Bella perla en beta blanca.

Es así como comienza

Nuestra historia bella Dama,

Todo a oscuras en la Iglesia

Mientras Tú brillas humana

En la cumbre firme y presta

Que tus hijos te levantan.

Todo comienza contigo

Mientras devuelven la llama,

Iluminando tu Templo,

Las banderas volteadas.

Nos la portan monaguillos

Con sus becas colocadas

Evocando en sus colores

Que esta Ciudad que te aclama

Quiso en su rostro tu Imagen

Para llamarse mariana.

Ya estás viendo Madre Nuestra,

Cuantas almas presentadas,

En los bancos del tumulto

Esperando tu llamada.

Todos están expectantes

Tras el rezo de semanas

Necesitando tu Imagen

Para verla más cercana.

Es por eso que te invito 

A que sientas en fragancia

La emoción enaltecida

Al llegar esta Bajada.

Busca en todo esos niños

Nuestra ilusión acertada,

Les verás una sonrisa

Pues te quieren más que a nada.

Da ya el paso Virgen buena,

Deja el Cielo a las espaldas

Que este pueblo está a la espera

De rendirse ya a tus plantas.

Y elevarte con los cantos

Todo rezo y sus plegarias,

Y mover con sus banderas

Esta lumbre castellana,

Y llevarte con sus pajes

La realeza de tu estampa,

Y sentir que fuimos niños 

Que tu rostro nos miraba,

Y volver en este cuento

A llamarte linda y guapa.

Es así como comienza

esta historia, sevillana,

a tus pies Auxiliadora,

nuestra Madre salesiana.

Por Sevilla quiebran albores. Sevilla.

 

Por Sevilla quiebran albores

Con una dulzura al atardecer,

Que su luz entre la oscuridad se distingue,

Siendo rosa, siendo clavel.

 

Dios lo quiso así, para Sevilla

Pétalos de brisa al viento,

Que en un lugar trinitario

Yace la belleza hecha mujer,

Un auxilio de doncella elegida.

Una elegancia de pureza inmaculada.

 

Eres Tú, la de la Gracia Llena,

De donde el verbo ha de nacer,

Eres llanto, eres pureza

Eres rosa de escogido vergel.

 

¿Qué revuela por el aire?

¿Qué suspira de Sevilla el viento?

¿Qué cantar se oye?

¿Dónde estás, que no te veo?

 

Siendo tú la primavera de la vida,

Siendo tú del llanto, la alegría

Siendo tú de Sevilla su suspiro

Siendo tú la vida del alma mía.

 

Es tu hijo la niñez de mi infancia

De nuestra adolescencia, la inocencia.

Eres ti, en la adultez, la madurez,

Siendo tu rostro Ternura en la vejez.

 

Como sol que nace

Vistiendo de luz el día

Eres Tú, la que viste en la vida

de fe, dulzura, auxilio y alegría.

Y es que Dios lo quiso así para Sevilla.

Que hasta lo tuvo que dejar escrito,

Que un templo Sevilla te diera,

donde en tus brazos jugase tu hijo.

 

Por eso bajaron los ángeles del cielo

Para que en nombre de Dios Padre

te bautizaran aquí los niños.

Te dieron cetro, te dieron corona

Y sonaron, en mayo, campanas de gloria

Porque te pusieron Maña

Pero en la Trinidad eres Auxiliadora

 

Ausencia siempre presente (Restauración de María Auxiliadora). Sevilla.

 

Dicen que nos dejas, Madre.

No me lo puedo creer.

¿Que tú te vas?  ¿te ausentas?

No, eso no puede ser.

 

Nuestro cariño hacia Ti

nos lleva a estar donde estés.

No te dejaremos sola,

nos tendrás siempre a tus pies.

 

Acariciando tu cara,

admirando tu esbeltez,

contemplando tu belleza,

rosicler de amanecer.

 

Admirando tu hermosura

trenzada de sencillez.

Mirándonos en tus ojos,

espejos de amor y fe.

 

Esperanza en los momentos

de sufrir y padecer.

Auxilio de los cristianos, 

su nombre ya lo sabéis:

la que nos conduce y guía

con ternura de mujer.

 

Joya de la Trinidad.

Y de Sevilla honra y prez.

Te esperamos, no lo olvides.

Y no tardes en volver.

 

Para tu Niño un aplauso

Y otro para ti también.

Ya está esperando un Sol. Sevilla.

 

Ya te está esperando un Sol

De mayo en la primavera

Con azul raso de cielo

Para tu manto de Reina

Y rosas entre gladiolos

Del color que se asemeja

A tus mejillas de nardo

Sonrosadas de pureza.

 

Ya está ondeando en el aire

La salesiana bandera

Que proclama por el viento

De las cuatro azucenas

El sueño de unas campanas

Repicando a buena nueva

El júbilo desbordado

De tu Solemne Novena.

 

Los Ángeles Trinitarios

Buscan las varas más frescas

Recién cortadas del Valle

De las celestes praderas

Para alfombrar las escalas

Que desde el cielo te acercan

Y así tus sagradas plantas

Otro roce no sintieran

Mas que flores perfumadas

Cuando bajes a la Tierra.

 

Para verte Auxiliadora

La ancha ronda se hace estrecha

Desde Carmona hasta Osario

Desde Arroyo hasta Venecia

Te espera la calle Sol

Como soñara el poeta

Que cuando llegue tú paso

Y engalanada de Fiesta

Entre y no se valla nunca

Que no cabe más belleza

Ni Auxilio de los Cristianos

Como Tu Augusta Presencia.

Una mirada que enamora. Sevilla.

 

Cuántas cosas te expresamos

con la mirada, Señora.

 

Una mirada de súplica.

Una mirada que implora.

Una mirada sufriente,

sangre roja de amapola.

 

Una mirada que ruega

por aquel hijo en la droga,

por ese enfermo en la cama,

por esa ancianita sola,

que va quemando su vida

día a día, y hora a hora.

 

Una mirada de súplica

por esos novios y novias,

que a fundar van un hogar,

santuario en que a Dios se adora.

 

Mirada de acción de gracias,

que del corazón nos brota,

por la vida, la familia,

la bondad de las personas,

la entrega y el sacrificio

de tantos hijos que hoy te honran.

 

Una mirada, María,

una mirada, Señora,

De estos hijos que hoy te aclaman

su Madre y Auxiliadora.

 

Y, gracias por tu mirada
llena de misericordia.

 

Gracias porque nos miras,
pues tu mirada enamora.
Míranos siempre, María,
míranos, sí, bella aurora,
pues el corazón te anhela
y en ti confía, Auxiliadora.

Tiñe mis ojos de azul,
tiñe mis ojos de rosa,
para cantar el amor
que el corazón atesora.

Limpia mis Ojos, con mimo,
limpia mis Ojos, Señora,
para poder verte, un día,
cara a cara, allá en la GLORIA

 

Pregón Distrito San Pablo – Santa Justa. Sevilla.

 

No estaba tomando apuntes

ni era la clase de Historia,

no terminé el ejercicio

no usé mi calculadora.

No precisé de las Ciencias

ni de ecuaciones y fórmulas.

Tampoco usé del latín

para declinar la rosa.

No encontré nunca filósofo

para explicarme la lógica

de ser la mujer sencilla

que mejor usa corona.

No se explicaba en botánica

siendo la flor más hermosa.

La química no decía

por qué a todos enamora

ni me respondió la física

por qué su cerro le flota

sin que exista gravedad

que a sus plantas no se rompa.

 

Pero, aunque no hubiera clase

ni se nos pusiera nota,

yo he aprendido Sevilla

a los pies de la Señora,

yo he visto que la ciudad

a la que cantan las coplas

es mucho más que Giralda

y parque de las palomas.

Yo he visto que la ciudad

sus murallas las desborda

para llenar de Sevilla

este trocito de Ronda

Aquí está la Vida oculta

que el Evangelio pregona

silenciando treinta años

que son la verdad más honda

de un Dios que se había quedado

viviendo entre nuestras cosas.

 

Yo lo aprendí en el colegio

llamándote Auxiliadora.

Lo que el evangelio calla

Sevilla nos Io pregona.

Tú le enseñaste a rezar,

como las madres de ahora.

Tú le arropaste en la cama,

y a dormir que ya es la hora

de soñar con angelitos

antes que llegue la aurora.

Tú fuiste esposa también,

como las novias de ahora

y sabes ver cuando falta

el vino de nuestras bodas.

Y eso lo comprendí

al mirarte, Auxiliadora.

La vida son los detalles

que el Evangelio se ahorra

para que Sevilla cuente

que Dios vivió en nuestras cosas.

Y aunque no tomara apuntes

ni me pusieran la nota

aprendí a ser sevillano

rezando a mi Auxiliadora.

Insignias Destacadas

Estandarte

El estandarte corporativo de nuestra Archicofradía fue diseñado y confeccionado en el taller de bordados Mariano Martín Santonja en 2008 y enmarcada en su zona central con una pintura de José Méndez Jarén de 1981, que representa a la Virgen como Reina llevando en su mano izquierda a Jesús Niño, a los lados aparecen diversos angelitos acompañándola, los cuales portan el escudo de la Archicofradía, la flor de azahar y sendas cartelas con la inscripción de Maria Auxilium Christianorum.

En 2018 el estandarte se restauró y enriqueció por Francisco Carrera Iglesias «Paquili», la pintura fue sustituida por una cartela con la misma imagen bordada en seda y el tejido elegido para el estandarte fue un otomán celeste.

Simpecado de María Auxiliadora

Conjunto rectangular de autor desconocido elaborado en 1931. En 2006, Francisco Carrera Iglesias realizó su restauración y enriquecimiento. Los bordados son en oro fino sobre tisú celeste y plata. En el centro figura la Virgen María como Reina y Auxilio de los Cristianos.

Insignias Basilicales

Compuesta de Tintinábulo (del latin tintinabulum, campanilla) y Canopeo (del latín: canopeum) o Umbraculum (también del latín: umbra ’sombra’ – sombrilla), es la insignia que la Santa Sede concede a aquellos templos a los que eleva a la dignidad de basílica.

Pabellón Basilical obra de Orfebrería Jiménez Almagro (2004) y Mariano Martín Santonja (2008); tintinábulo, de Orfebrería Santos (2009); y ciriales de la cruz basilical, de autor desconocido (1960).

Bandera Centenario Archicofradía de María Auxiliadora

Fernández y Enríquez diseñó y elaboró una insignia para conmemorar en 1996 el centenario de la fundación de la Archicofradía de María Auxiliadora Coronada.

Bandera Archicofradía de María Auxiliadora

José Méndez diseñó la bandera de María Auxiliadora en 1984 para ser bordada por Carrasquilla. En 2019 esta bandera fue pasada a un nuevo raso celeste y rosa por el taller de bordador de nuestra Archicofradía.

Bordados y orfebrería

Casulla de la Coronación

Casulla de la Coronación

Casulla utilizada durante el triduo celebrado en la Parroquia del Sagrario de la Catedral y en el acto central de la Coronación por el Cardenal Pedro Segura y Sáenz (1954).

Casulla Aniversario Coronación

Casulla Aniversario Coronación

Donación de una casulla celeste y plata de 1958, regalada con motivo del cuarto aniversario de la coronación canónica.

Casulla de luto

Casulla de luto

Casulla negra de 1930 utilizada para funerales y oficios de los difuntos.

Corona de la Coronación

Corona de la Coronación

Corona de oro de ley de 1910. Fue restaurada y enriquecida con motivo de la coronación en 1954. Dicha actuación la llevó a cabo el orfebre Emilio García Armenta, añadiéndole perlas y pedrería fina, procedentes de joyas donadas por los devotos, incluida la medalla-moneda con busto de la Inmaculada que recuerda la solemnidad del año mariano. Un aro adornado de pedrería entre cordones labrados sirve de base del canasto.

Juego de coronas y cetro de plata

Juego de coronas y cetro de plata

Obra de autor desconocido de 1955. Juego regalado por la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos. En el cetro se puede observar un pequeño busto de San Juan Bosco esculpido en marfil.

Aureola de plata

Aureola de plata

Obra de Manuel Jiménez Almagro en 2008. Doce estrellas alboreas y ramilletes de florecillas en ambos sentidos del centro del aro. Fue donada por suscripción popular con motivo del nombramiento del Santuario como Basílica Menor.

Rosa de plata

Rosa de plata

Rosa de plata regalada en 1974 por la Asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco e impuesta por el Cardenal Bueno Monreal el 24 de mayo de dicho año.